El ajedrez se está posicionando como algo mucho más allá de un juego de mesa. Útil como terapia para niños con trastornos, para personas con problemas para relacionarse o problemas sociales… Pero también para cualquier persona, sirve como entrenamiento para organizar la mente y aprender a tomar decisiones.

Un ejercicio que va mucho más allá de un tablero y un puñado de fichas de madera.